Reseña: Donkey Kong Bananza -Este juego es… ¡¡La HOSTIA!! (pun intended)

Donkey Kong revienta la puerta grande y entra a guantazo limpio en el olimpo de los juegardos.

 

Si hay una palabra con la que podríamos definir este juego es, sin duda alguna, «satisfactorio». Quizá gratificante tambien pudiera aplicarse, pero satisfactorio tiene matices que pueden aplicarse en las diferentes capas (¿estratos?) de placer que nos proporciona este juego.

 

Hasta el primer minuto del juego es gratificante… ¡¡BANANA!!

 

Empezaremos por el más obvio de todos, y del cual nos daremos cuenta anda más encender la consola: A nivel visual el juego es increiblemente satisfactorio. Nintendo ha conseguido un despliegue gráfico magnífico, no sólo a nivel visual, si no a nivel estructural. Todo se ve increiblemente bien, incluso cuando lo hemos destruido, que es cuando realmente la Switch 2 saca músculo y podemos ver el auténtico esplendor de este juego: Todo el juego de fisicas, partículas, luces, brillos y colores que siguen a la destrucción de los escenarios… Todo encaja perfectamente como una sintonía universal recorriendo nuestros oidos (bueno, ojos, tu me entiendes…) Incluso el mapa, que recrea los escenarios en completo 3D luce bien: es una recreacion perfecta del escenario en modo minimalista. Es tan perfecta, que puedes ver hasta pequeños detalles del escenario representados en él. Y es que la belleza está en los detalles, y ahí Nintendo lo ha clavado: Todo está lleno de «cositas» que hacen que los mundos de Bananza se sientan vivos y en constante movimiento (pese a que hay algunos escenarios casi totalmente vacios de vida… por motivos de trama.)

Todo el juego rebosa amor  y cariño hacia Donkey Kong, su pasado y sus raices. En todas las pantallas encontrarás guiños o referencias a la saga (con homenajes que no nombraremos aquí para mantener la sorpresa) con visitas inesperadas incluidas.

 

DK saca músculo en esta entrega… ¡Y Pauline tambien!

 

Pero claro, todo objeto sobre el que recae luz, crea sombras… Aunque en este caso son pequeñas. MUY pequeñas… No todo el escenario es destruible, siempre hay zonas que estan limitadas o protegidas por un metal que ni nuestro macaco podrá romper, aun usando sus poderes más fuertes. Esto tiene su sentido: este metal limita con zonas donde hay puzzles, tramos de historia o simplemente el fin del escenario. El mapa 3D también tiene unos pequeños problemas, esta vez de bajadas de frames,, pero nada que limite o moleste en la experiencia de juego. Por último, quizá el mayor problema del que adolece el juego: La cámara. Mientras estemos en «cielo abierto», el comportamiento de la cámara es bueno, funciona con fluidez y se coloca en donde indiquemos sin mayor problema (incluso aunque colisione contra objetos), pero en lugares cerrados como cuevas, túneles o lugares estrechos, la cosa cambia y tiende a volverse «loca» posicionandose en lugares incomodos o demasiado cerca del personaje. Entendemos que esto es normal dado el sistema del propio juego y no hay mucho que se pueda hacer ahí (si bien hay momentos donde la cámara «salta» las paredes y nos permite una visión más amplia, no siempre es así.)

 

Si el juego no te da una salida, te la haces tu mismo en un periquete.

 

El segundo estrato de satisfaccion es su jugabilidad: es TREMENDAMENTE SATISFACTORIO el sistema de juego.

Hay un dicho popular que dice «Más vale maña que fuerza»… Pero cuando más vale fuerza, te quedas de a gusto... Este juego nos permite, gracias a la tremenda fuerza de DK, resolver (casi) todas las situaciones en las que nos encontremos usando fuerza bruta sin miramientos… y esto es MUY gratificante, sobre todo en momentos de «locura», cuando no encuentras esas bananas que te faltan o no terminas de ver como resolver ese puzzle de manera «estándar» o de la manera en que el diseñador habia pensado. La destrucción de los escenarios es tan divertida que más de una vez nos encontraremos destuyendo escenarios «porque sí» (Y cuando avanzas en el juego y desbloqueas las bananzas, es incluso más divertido) Es un chute de adrenalina constante que va directito a nuestro sistema de recompensas en el cerebro que y hace que no podamos parar de destruir. Y esto es porque, a medida que vamos destuyendo todo a nuestro paso, cual tornado oranguteño, vamos a ir encontrando pepitas de oro, fósiles (con los que comprar atuendas en la tienda), mapas, manzanas, y como no, ¡BANANAS! acompañado todo de sonidos al más puro estilo máquina tragaperras, que harán que queremos continuar destuyendo todo.

 

Imagina la magnitud del guantazo, que tiene onda expansiva

 

Otra de las nuevas habilidades más destacables de DK es el nuevo sónar:  dando una palmada al aire o al suelo, podremos encontrar objetos ocultos enterrados como cofres, fósiles o bananas. Y creeme si te digo que esta habilidad es la que más usarás durante todo el juego, ya que cada nivel tiene un número variable de coleccionables, que varia entre 100 y  150 objetos (sólo contando fósiles y bananas)   y que es imprescindible para llegar al 100%, debido, sobre todo, a como están estructurados los niveles.

 

 

El diseño de niveles se basa en una serie de estratos de la tierra, cada uno con su propia personalidad, color, dureza de los materiales, etc.. que encontraremos en nuestro viaje hacia el centro de la tierra. Además, cada nivel cuenta con una serie de Sub-estratos entre los que podremos movernos bien a base de cañonazos o de teletransportes, y en el que normalmente encontraremos algún tipo de problema que DK tiene que solucionar para seguir descenciendo hacia el núcleo de la tierra. Este sistema está realmente bien planteado y es muy variado en los tipos de ecosistema que encontraremos (Si has leido «Viaje al centro de la tierra» no te parecerá nada rocambolesco todo esto…)  y cada estrato tiene su «final boss», aunque hemos de admitir que pese a que algunos están francamente bien, otros son «reciclados» con unas pequeñas variaciones de ataques y movimientos y se nota la falta de inspiracion.

 

 

El juego cuenta con un sistema de mejoras que, según vayamos avanzando, hará que podamos mejorar a DK y Pauline de dos maneras:

  • Ssubiendo de nivel usando las Bananas encontradas hasta ese momento.
  • Con la ropa que podremos comprar en la tienda y que usa los fósiles que vayamos encontrando como moneda de cambio

Esto nos permitirá romper materiales con (aún) menos esfuerzo, tener más vida, poder llevar más objetos (aunque estos objetos están un poco «de relleno»), poder escanear más lejos o mejorar las Bananzas. Y son estas Bananzas las que nos permitirán, llegado el momento, hacer las mayores locuras de todo el juego: Correr más rápido, saltar más alto o romper paredes enteras de un sólo golpe son algunas de las habilidades que tendremos gracias a estos curiosos poderes (por cierto, activados por la música cantada por Pauline.) Sin estos poderes, no podremos resolver parte de las pruebas que nos serán impuestas durante el juego, o directamente acabar con alguno de los final bosses de cada estrato. La duración de estas Bananzas (puedes llamarlas «rachas de frenesí» y no sería desacertado) vienen limitadas por factores como el nivel de cada habilidad de cada una y el oro que tengamos. Realmente son una cosa divertida de jugar y si bien bajo nuestra opinión las hay más o menos acertadas (cuando vayais descubriendolas, veréis por que), son un añadido genial para el juego, aunque no tienen toda la presencia que deberían.

 

Estas son las Bananzas presentadas por Nintendo… Pero hay más 😉

 

Por último, destacar la banda sonora del juego: Hay música nueva,  temas clásicos  y remezclas. Pero las melodías de las Bananzas son las que más vidilla le dan al juego: Temas cantados inspirados en los animales a los que acompaña y que desde luego, encajan a la perfección. El porqué de la música en el juego como parte de la historia, os dejamos que lo descubrais vosotros ;). Historia de la que no comentaremos mucho, ya que no deja ser una historia de «salvar el mundo» (con matices muy «monos»)

 

¿Y que significan las letras de las canciones? Pa’ q kieres saber eso jaja salu2

 

Donkey Kong Bananza, pese a ser un «juego de lanzamiento» de Switch 2 es un firme candidato a juego del año en 2025, tanto por su diseño, como su arte, mecanicas, apartado sonoro y gráficos. Nintendo ha dado el «Kong de pecho» y se ha marcado un tremendo juego al que pocas carencias se le pueden acusar: Es variado, divertido, largo, dispone de extras post game, adictivo… Si bien su mayor fallo podría ser la falta de «memorabilidad»,  es un juego al que debes jugar si o si si dispones de una Switch 2 (y lo encuentras a un precio que a ti te parezca razonable.)

 

Este juego ha sido reseñado por un cartucho que compramos en un drop de Miravia a unos 60€ y pensamos que están mas que bien pagados.

En el momento de escribir esta reseña, disponible en Amazon por 67.90€

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